Estimulación cognitiva para enfermos de Alzheimer

En Centros de día alzheimer, Parkinson y otras enfermedades degenerativas como las demencias pueden recibir un tratamiento adecuado para conseguir frenar el rápido avance de la enfermedad. El Alzheimer es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta no solo el enfermo, también su familia, ya que los problemas que genera el cuidado de la persona afectan a todos los que viven con ella.
Los centros de día suponen un alivio para estas familias al hacerse cargo de manera profesional de los enfermos, pero también desempeñan una gran labor terapéutica. En estos centros se imparte fisioterapia, logopedia, ejercicio físico adaptado a los enfermos y algo muy importante en la tercera edad en general y en quienes sufren enfermedades degenerativas de la mente en particular: la estimulación cognitiva.
Por estimulación cognitiva se conoce al conjunto de técnicas mediante las cuales los profesionales tratan de mantener, ya que en estos casos no es posible mejorar, las capacidades mentales de la persona en lo que se refiere a la resolución de problemas, la planificación, el cálculo mental o la situación espacial y temporal.
Para estimulación cognitiva, los profesionales suelen utilizar diferentes métodos, pero los más apreciados por los enfermos y a los que suelen responder mejor es a aquellos que se presentan como si fueran juegos. Incluso se pueden realizar cuadernillos entretenidos que tengan apariencia de pasatiempos y que los familiares pueden ayudar a realizar en casa para que durante el fin de semana o unas vacaciones, el enfermo no se descanse.
Y es que en este tipo de enfermedades es fundamental la constancia. Hay que trabajar cada día para que la demencia no avance y el paciente pueda mantener sus facultades cuánto más tiempo mejor. Incluso se recomienda trabajar siempre a las mismas horas para que los mayores adquieran un hábito y se acostumbren a que en ese momento del día toca trabajar un poco. Eso sí, de una manera divertida.
Las personas con este tipo de problemas necesitan más que nadie las rutinas, ya que estas les ayudan no solo a no olvidar qué es lo que tienen que hacer, sino que les ofrecen una cierta seguridad. Por eso, en periodos de vacaciones en los que no acuden al centro de día es importante que la familia colabore dándoles la comida a la misma hora y respetando sus horarios de sueño para que no se alteren.