Siempre me ha encantado jugar al fútbol sala, pero por desgracia ya lo he tenido que dejar a causa de las lesiones y de la edad, que ya no tengo una edad en la que deba forzar demasiado mi cuerpo. Lo que más me gustaba de jugar en el equipo a parte de competir, era que no pensaba en nada cuando jugaba. Podía tener un montón de problemas o no saber si abrir una cuenta nomina evo con EVO Banco o no, pero durante la hora que duraba el partido no pensaba en absoluto en nada de lo que se me pasaba por la cabeza durante el resto de la semana.
Casi solamente vivía para jugar al fútbol, pero a medida que fui creciendo me fueron interesando otras muchas cosas, que además podía seguir haciendo con mis amigos, pero que por desgracia muchas de esas cosas no es que fuesen muy compatibles con el deporte.
Pero cuando me lesioné la rodilla y tuve que pasar por el quirófano para que me la curasen fue cuando me di cuenta de que mis días de futbolista estaban a punto de terminar. Por fortuna existen otros muchos deportes a los que me puedo dedicar, pero ya no será lo mismo que sentía cuando jugaba al fútbol. El no volver a sentirse parte de un equipo es lo que más echo en falta, más todavía que dejar de competir. Ya que competir puedo seguir compitiendo a cualquier cosa, aunque sea al videojuego. Al videojuego sí que tengo una competencia brutal contra mi rival de toda la vida, que es uno de mis mejores amigos del colegio. Llevamos compitiendo a toda clase de deportes y juegos desde que nos conocemos y nos conocemos desde que tenemos tres años.
Con los años he comprendido que la vida deportiva de cada uno tiene un tiempo límite, pero puedes seguir pasándolo bien con los amigos durante toda tu vida. La cuestión es tener unos gustos y aficiones parecidas.
Ahora ya el único deporte que hago es ir a nadar a la piscina todos los días, y eso ha cambiado mi vida, la ha mejorado notablemente. Y sigo compitiendo con el resto de usuarios de la piscina aunque ellos no lo sepan.
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