Actualmente, son muchas las tendencias que encontramos en decoración de dormitorios y que encajan con las diferentes formas de entender la decoración de interiores. Pero entre todas ellas podemos destacar cuatro, por su originalidad y por ser las que más han calado en nuestro país, contando con muchos seguidores en cada uno de los casos.
Dormitorios de estilo romántico: Los dormitorios de estilo romántico destacan por su colorido y su riqueza de detalles. Las paredes pueden estar empapeladas o pintadas en tonalidades pastel y las camas son principalmente de hierro forjado muy trabajado. Se llevan las colchas con volantes, los cojines muy numerosos y los estores estampados a juego con la colcha. Los motivos florales son los favoritos. Es un estilo muy femenino, aunque se ve con frecuencia en dormitorios de parejas.
Dormitorios de estilo nórdico: Son los favoritos de los más jóvenes. Predomina el color blanco, tanto en los muebles como en las paredes y textiles del hogar. Los muebles de líneas rectas son los favoritos y se escapa de los ambientes recargados acercándose al minimalismo, pero más suavizado. Aunque se llevan los estampados en la ropa de cama, esta debe de tener un fondo blanco con un dibujo sencillo, principalmente geométrico y monocolor. Para las ventanas, estores en tonos claros que pueden tener algún detalle a juego con la colcha o la funda nórdica.
Dormitorios de estilo clásico: En un dormitorio de estilo clásico no puede faltar la cama con todos sus elementos, como el cabecero y los pies. Esta puede ser de madera, de hierro forjado o de combinación de ambos materiales. En cuanto a las paredes, el papel pintado es la tendencia actual para estos dormitorios. En las ventanas predominan las cortinas clásicas, teniendo un gran éxito la combinación de cortinón con cortina fina. Son los dormitorios favoritos de las personas de más edad, aunque mucha gente joven está recuperando este estilo
Dormitorios de estilo rústico: Es el favorito para casas de verano o viviendas para todo el año situadas en el campo. La madera natural, tanto en los suelos como en los muebles es la protagonista absoluta. En cuanto a los muebles, se llevan torneados y con un cierto aire clásico. Las paredes pueden ser pintadas o pueden estar recubiertas de piedra, especialmente la del cabecero. En las ventanas se llevan las contras de madera y los estores de materiales como el lino.