Las cortinas fruncidas son las más habituales en los hogares. O al menos lo eran hasta que llegaron las cortinas de ollaos, que están ganando terreno no solo entre los más jóvenes, sino también entre muchas personas que pensaron que jamás iban a renunciar a sus cortinas de riel clásico.
Si quieres confeccionar tus propias cortinas, te explicamos como hacer cortinas fruncidas clásicas y tener éxito. Desde la elección de la tela hasta la última puntada.
Escoge una tela que tenga cuerpo. Incluso si quieres un visillo fino debe de tener cuerpo y textura correctas ya que de otro modo se arrugará y estará fea la mayor parte del tiempo. Ten en cuenta que las cortinas son para muchos años, así que compra calidad y evita las telas baratas.
Al comprar la tela tienes que tener previamente medido el espacio que quieres que ocupen tus cortinas. Normalmente, será el espacio que ocupa la ventana más unos diez centímetros a cada lado, pero dependerá de muchas cosas como si hay una columna o una pared pegadas a la ventana.
Imaginando que el tamaño que queremos ocupar con la cortina sea un metro, deberemos de comprar al menos metro y medio de tela. Cuando compramos una medida y media de tela respecto al tamaño del hueco a ocupar obtenemos unas cortinas con un frunce suave y ondas ligeras. Si tu idea es que el frunce sea un poco más marcado, compra dos metros. Incluso si quieres un frunce muy marcado, dos metros y medio.
Lo primero que tienes que hacer al llegar a casa es cortar bien la tela, ya que muchas veces, en el comercio, el corte no es limpio y las cortinas están deshilachadas. Tras hacer esto, realiza las dobleces de los laterales. Dobla aproximadamente medio centímetro de tela y, a continuación, vuelve a doblarla sobre sí misma de manera que el borde cortado quede justo contra la siguiente doblez y sea lo más invisible posible. Coloca alfileres para sujetar la tela e hilvana. A continuación puedes coser los laterales a mano o a máquina.
El siguiente paso es coser la cinta en la parte superior de la cortina. Hazlo bien pegado a los bordes que has cosido y nuevamente hilvanando y cosiendo a continuación. Hecho esto, puedes fruncir la cortina a tu gusto. Ya solo te quedará colgar la cortina y marcar el largo que quieres, para recoger el bajo y coser.