Nos solemos quejar de que no tenemos tiempo para nosotros, entre el trabajo y el resto de obligaciones. Y yo soy la primera que lo he hecho alguna vez. Pero creo que es cuestión de organizarse para sacar un poco de tiempo porque en ocasiones creo que lo que intentamos decir es que no queremos tener tiempo libre, porque quizás no sabríamos qué hacer con él. A mí me ha pasado algo así.
Por un lado, mis dos hijos han superado la pubertad y ya no me necesitan como antes. Y, por otro, está el trabajo que, por suerte, ya no me da los quebraderos de cabeza del pasado. Así que después de muchos años, vuelvo a tener tiempo para mí. Pero al principio me costó, como esas personas que se jubilan y tienen una pequeña depresión porque no saben qué hacer con tanto tiempo. Así que me puse manos a la obra y decidí recuperar una de mis viejas aficiones: la costura.
No se puede decir que sea una experta, pero no se me da mal. El problema de esta afición es que se necesita tiempo y paciencia. Pero es lo que ahora necesito, hacer cosas tranquilas y en silencio, no ir a sudar al gimnasio con un profesor dando consignas a gritos. Y voy a empezar con un proyecto con hilo de plomo cortinas para la casa del pueblo. Recuerdo que a mi madre también le gustaba coser todas las cortinas de casa. Tampoco es que ella tuviese mucho tiempo, pero se las arreglaba para sacarlo para una de sus aficiones favoritas.
A mí me enseñó algunos básicos hasta que yo empecé a interesarme por otras cosas un poco más ‘modernas’. Pero siempre me quedó el gusanillo de la costura. Y en casa teníamos una cortina para la puerta con hilos de colores: es uno de mis mejores recuerdos de aquella época. Pero con el tiempo, perdió lustre hasta que hubo que quitarla, pero no la cambiamos por otra. Así que por eso estoy buscando hilo de plomo cortinas para intentar recrear aquella cortina que teníamos en la puerta de casa. Ahora que tengo tiempo para mí, espero que sea solo el primero de muchos más proyectos.