Un buen amigo mío ya lleva tiempo sin trabajar y no es porque no lo intente o no lo busque sino porque no tiene suerte. Sin ir más lejos no hace mucho tiempo mandó un currículum a una Agencia de publicidad y comunicacion en Vigo, porque hace ya unos cuantos años había trabajado en una agencia que se dedicaba a lo mismo pero hasta la fecha todavía no ha recibido una respuesta. Él ya no le dice que no a nada que le salga porque la verdad es que está necesitado de dinero.
Cuando se está así de agobiado económicamente es normal que se acepte cualquier trabajo que salga pero mi amigo no deja de seguir buscando algo mejor que le ayude a poder solventar los problemas que tiene desde hace ya demasiado tiempo.
Antes de que empezase la crisis, él tenía un buen trabajo pero por mala suerte su empresa no pudo resistir durante la crisis y le despidieron cuando tuvieron la oportunidad. Desde aquella mi amigo ya no cree en los puestos de trabajo fijos, porque se ha demostrado que los puestos de trabajos fijos ya no existen desde hace ya bastante tiempo. Antes cuando te contrataban y te hacían fijo parecía que te había tocado la lotería y que tenías la vida casi asegurada y mucha gente se acabó dando con un canto en los dientes cuando les dijeron que les iban a despedir.
A mi también me pasó algo parecido pero a mí, que sí que estaba fijo y de la noche a la mañana estando de vacaciones me llamó el jefe para saber si prefería cobrar la indemnización o esperar a ver si venía más trabajo en unos meses, se lo consulté a un amigo mío que es asesor y me dijo que cogiese la indemnización porque lo de esperar a que venga más trabajo era la clásica excusa para pasado un tiempo no tener que pagarte ninguna indemnización. Le hice caso a mi amigo y aunque a mi ex jefe no le hizo gracia no le quedó más remedio que tener que pagarme la indemnización.