Hoy ya nadie discute la importancia del interiorismo cuando se trata de diseñar un espacio público como un comercio o un local de ocio. Es innegable el papel primordial de un decorador para lograr aprovechar al máximo el espacio y también conseguir el tipo de ambiente que se está buscando.
Pero, aunque pueda parecer a priori algo frívolo, el interiorismo también es muy importante en una reforma de un piso. Un experto en diseño de interiores puede aportar una visión profesional, diferente y muy novedosa sobre la manera de distribuir el espacio en viviendas grandes o pequeñas, especialmente en habitaciones como la cocina o el baño en las que cada centímetro cuenta.
El experto en interiorismo tiene que ser capaz de tener en cuenta los gustos del propietario de la vivienda, las tendencias de moda del momento, el espacio con el que cuenta y el tipo de uso que se le va a dar. Con todos estos ingredientes, debe de realizar con coctel sorprendente que aporte mucho valor al resultado final, logrando que la casa sea cómoda, bonita y disponga de todo lo que se necesita para vivir en ella.
Formación y experiencia son las dos claves de un buen interiorista. Y es que no se trata, como creen algunos, de una profesión basada simplemente en el buen gusto, sino que hay estudios específicos para conseguir expertos en la materia que ofrezcan al cliente lo mejor. La experiencia, como siempre, será lo que acabe de pulir todo lo que se ha aprendido, tamizando los conocimientos teóricos con los prácticos junto a una dosis de estilo persona.
Y es que no todos los expertos en decoración interior aportarían las mismas ideas para un mismo espacio, ni siquiera contando con presupuestos similares. El estilo personal de cada experto en diseño siempre deja cierta huella en sus creaciones, por mucho que respete el gusto del cliente, que a fin de cuentas es quién va a vivir en la casa y quién tiene que sentirse representado.
Por eso, una de las cualidades más importantes en un interiorista, por encima incluso del buen gusto y de sus conocimientos de las tendencias actuales, es la sensibilidad que demuestre a la hora de captar la personalidad y el gusto de la persona que lo está contratado, logrando reflejarla en el que va a ser su hogar. Esta es, sin duda, la clave para que un cliente acabe sintiéndose totalmente satisfecho.