Comer en las Cíes: te contamos las alternativas

Los restaurantes cies no son muy numerosos ni son restaurantes con una gran oferta. De hecho, normalmente son dos los que están en funcionamiento. Uno de ellos ofrece la posibilidad de comer de forma rápida, con bocadillos y el otro es un restaurante a la carta. En el restaurante tapería puedes optar por tapas típicas o por carta para disfrutar de tu comida. La oferta no es excesivamente variada, pero los platos están bien elaborados y la gente suele salir muy contenta. Eso sí, tienes que tener en cuenta que al no haber una oferta extensa la gente se va a juntar a las horas punta. Lo mejor es llamar antes y preguntar si aceptan reservas.

Otra alternativa es comer de bocadillo comprando un bocata en el local de hostelería que se dedica prácticamente en exclusiva a este fin. Allí tienen todo tipo de bocadillos y bebidas, pero a veces toca esperar bastante para que te atiendan porque hay muchas personas deseosas de disfrutar de su bocata en la playa. Una forma de evitar muchas esperas es comprando el bocadillo temprano, aunque decidas guardarlo para comer más tarde. Te recomendamos que metas tus bocadillos en mochilas o bolsas que lo conserven en buen estado y, sobre todo, que impidan que las aves puedan verlos u olerlos. Uno de los problemas más frecuentes en las islas es que las gaviotas roben la comida de los excursionistas despistados o de aquellos que dejan su comida en una bolsa de plástico al lado de la toalla. Ten especial cuidado cuando coman los niños, porque las gaviotas suelen estar acostumbradas a robar comida y pueden darles un susto.

También te puedes traer la comida de casa, como se ha hecho toda la vida cuando se va a la playa. En este caso, lo mejor es que tengas una bolsa térmica que evite que el calor pueda estropear lo que has traído o calentar en exceso las bebidas. Evita traer aquellos productos que se estropean más fácilmente, como la tortilla. Los bocadillos de jamón, chorizo o salchichón son los que mejor se conservan, pero debes mantenerlos lo más frescos posible. Te recordamos los consejos que ya hemos dado sobre cómo proteger la comida que compras en el bar. Aplícalos también a tu comida casera y disfruta de tu día en la playa sin robos y sin malos momentos.