Los Especialistas en tratamientos de ansiedad Vigo saben que, de un tiempo a esta parte, hay una mayor concienciación en lo que se refiere a la importancia de la salud mental. Pero también continúa habiendo mucho desconocimiento. Pacientes que llegan a su consulta afirmando tener ansiedad, en realidad lo que padecen es estrés o nerviosismo. Pero ¿cómo diferenciar estos tres problemas? ¿Están relacionados de algún modo?
El nerviosismo es un sistema que nuestra mente tiene para activarse ante un problema o desafío. No tiene por qué ser un problema, es algo natural y no es limitante. Podemos ponernos nerviosos ante un examen, es normal porque nos jugamos algo. O podemos estar nerviosos ante un viaje que hay que organizar. Pero los nervios, los que son normales y saludables, no nos van a impedir realizar las actividades del día a día ni nos van a bloquear. Además, suele durar poco tiempo. Nos ponemos nerviosos unos días antes del examen, o cuando tenemos que realizar el viaje. Una vez que desaparece la causa de los nervios, nos relajamos y continuamos sin problemas.
El estrés es también una reacción de nuestro cerebro ante un problema que, en este caso, percibimos como una amenaza. Por ejemplo, estrés por un exceso de trabajo que nos vemos obligados a cumplir por miedo a un despido o porque necesitamos realizarlo para poder llegar a final de mes. El estrés puede causarnos ansiedad momentánea, pero en general es más bien un agobio continuado que puede tener repercusiones en la salud, al igual que el nerviosismo o el estrés, pero con matices diferentes en la forma en la que se percibe. El estrés, cuando es ligero, nos activa. Pero puede llegar a ser bloqueante si se prolonga demasiado en el tiempo.
La ansiedad, por el contrario, es una reacción bloqueante prácticamente siempre y que produce un sentimiento que se podría calificar como miedo. No tiene por qué producirse ante algo en concreto, aunque puede haber causas que desencadenen una crisis de ansiedad. Podemos estar sentados con los amigos tomando algo y muy a gusto y, de repente, sentir que vamos a sufrir una crisis de ansiedad. Además, en este caso, no es algo puntual, sino que suele prolongarse en el tiempo y, si no se trata, aumentar.
En ocasiones, es muy complicado diferenciar qué es lo que se está sintiendo y es necesario un especialista para ayudarnos a darnos cuenta de cuál es nuestro problema y cómo solucionarlo.