Como todos los veranos 

Se acerca el verano y ya tengo otra vez el mismo problema. Necesito unas zapatillas. Hubo un tiempo en el que vestía las mismas zapatillas independientemente de la meteorología, pero debe ser que me estoy haciendo viejo y ahora necesito calzado que se adapte a la temperatura y la estación del año. Soy muy fan de las zapatillas de ante, y he tenido casi diez ejemplares de esta tipología. Pero no es calzado para el verano. En verano uso zapatillas de tela, pero apenas encuentra tipos que me gusten y llevo ya con los mismos dos pares desde hace un montón de años.

Pero claro, al ser un material como la tela que no es demasiado duradero se me han ido destrozando. Hace poco pillé a mi suegra a punto de tirarme una de mis zapatillas porque pensaban que eran unas viejas de su hija. Y efectivamente, eran de su hija, pero ahora son mías, aunque parezcan sacadas de la basura: ha llegado el momento de comprar.

He estado mirando zapatos ecologicos españa porque están de moda y las hay de diseños interesantes. Tengo el listón muy alto y soy muy exigente con la ropa lo que incluye también el calzado. Y soy exigente en el sentido de que tiene que cumplir con unos criterios muy específicos tanto de modo de producción, como de materiales y estética. La prueba es que no me deshago de mis zapatillas de tela pese a que están ya medio rotas: es difícil que un producto me convenza.

Por eso, unas zapatillas ecológicas pueden ser la solución ideal. El método de producción es respetuoso con el medio ambiente y usa materiales de calidad. Lo único es la estética. Es un punto decisivo para cualquier aficionado a la moda. Necesito sentir que el calzado es original, que no voy a encontrar a un montón de personas por ahí con lo mismo. Y es otra ventaja de los zapatos ecológicos España: que empiezan a llevarse, pero todavía no se han extendido lo suficiente. Y así también pondré contenta a mi suegra que ya podrá tirarme las dichosas zapatillas viejas.