Salas de montaje: el lugar donde se decide una película

La sala de montaje es un lugar lleno de tensiones, pero también uno de los más importantes para decidir el futuro de una película. En esta sala el director de la cinta, el productor y otros importantes profesionales como el director de fotografía, se reúnen con el experto en montaje para decidir cómo se va a contar la historia. 

Se elegirán las tomas que van a formar parte de la película, las partes que quedan fuera porque no gusten o porque al final no convenzan. Se puede llegar incluso a eliminar alguna subtrama para poder darle fuerza a otra o por una simple cuestión de que la película se alargaba demasiado.

En ocasiones, el director de la película no está en la sala de montaje y son el resto de profesionales los que toman las decisiones. Evidentemente, el director puede dejar instrucciones muy claras respecto a lo que quiere, pero nunca será igual que cuando lo hace de primera mano.

Pero esto no siempre es un problema, muchos directores tienen la costumbre de alargar innecesariamente sus películas y es gracias a los expertos en montaje que se consigue una cinta con un ritmo adecuado y con una duración que tendrá éxito en las salas de cine. Y es que las películas muy largas pueden tener éxito a nivel de crítica, pero no atraen a tantos espectadores excepto en casos muy concretos.

El profesional del montaje puede formarse con un Master en Montaje cinematografico Madrid que lo capacitará tanto a nivel artístico como técnico para llevar a cabo este trabajo. Tan importante es su labor que muchos directores piden a un profesional en concreto porque saben que se entienden con él y que comparten el sentido de la estética.

Pero no se trata tan sólo de una parte artística. Cuando alguien se ocupa del montaje tiene que conocer a fondo la técnica para que la película vaya fluida y se vea como algo continuo y con mucho sentido. Y el sentido de la historia es algo que también merece ser tratado.

Un mal montaje puede hundir una película y puede hacer que su argumento resulte incluso imposible de entender con claridad, mientras que uno bueno puede salvar una historia floja al darle ese ritmo que le faltaba, haciendo que la película sea mucho mejor de lo que prometía en un primer momento.