Urgencias de última hora 

Hace tiempo que mi padre viene olvidando algunas cosas. Sabemos que hay determinadas enfermedades que están relacionadas con la memoria y a todos nos hace temblar el pensar que alguno de nuestros padres pueda tener alguno de esos problemas. Y como suele suceder, las personas que muestran algunas lagunas de memoria son las últimas que quieren reconocerlo, y mi padre no es una excepción. 

Pero tras mucho intentarlo logramos que se hiciera unas pruebas y todos respiramos porque no mostraron ningún síntoma especial que hiciera temer una enfermedad degenerativa a corto plazo. Y entonces mi padre se tomó la revancha, como se suele decir. A los pocos días del resultado de las pruebas, me levanté una mañana con mucha prisa porque tenía una importante reunión de trabajo. Y justo antes de salir de casa me doy cuenta de que no encuentro las llaves. Y hacía tiempo que estaba sin llaves de repuesto que se perdieron y no hice una copia.

Aunque lo lógico en aquel momento era haber cambiado la cerradura porque se trataba de una llave física no de mando, lo fui dejando y al final me despreocupé. Fue mi padre el primero que me dijo que pidiera un duplicado de llaves de coche en Vigo que nunca se sabe si alguien puede encontrar la llave o incluso me la podían haber robado, pero como dije, pasaron las semanas y no vi nada raro.

Pero esta vez me había quedado sin llaves. No sé dónde estaba la que yo solía manejar. Y tuve que llamar a mi padre de urgencia para que me llevara a la reunión. Como estaba al quite pude llegar a tiempo. Pero para volver a casa se tomó la revancha. De la que íbamos en coche me dijo si no sería oportuno hacer unas pruebas para ver si tenía algún trastorno. Acepté la broma lo mejor que pude y acto seguido busqué en internet duplicado de llaves de coche en Vigo porque esta vez sí iba a necesitar una manera de entrar en el coche ya que me había quedado sin ninguna llave.