4 trucos para quedar muy bien en una cena informal

  1. Sirve varias cosas diferentes a un tiempo. Si vas a poner varios platos, no lo hagas de uno en uno, sino que lo mejor es que sirvas varios entrantes para que la gente pueda picotear y escoger lo que más les guste y luego dos platos fuertes que también se pondrán en la mesa a un tiempo. Así se consiguen dos ventajas, la primera es que todo el mundo esté comiendo y nadie esté esperando por lo que viene después porque no le guste lo que hay en ese momento o porque prefiera guardarse un poco. Y la segunda es que no tendrás que levantarte tantas veces a por bandejas para ir sirviendo y cambiando platos.
  2. Sirve una excelente botella de vino albariño selección albarei. Hay vinos que siempre son una apuesta segura y este blanco lo es sin lugar a dudas. Es ideal para acompañar platos de marisco o de pescado, pero muchas personas lo tomarán con cualquiera de los platos de la cena ya que los amantes del blanco piensan que acompaña bien cualquier plato que se ponga en la mesa. Lo ideal es acompañar también con un tinto para que los comensales puedan elegir y todo el mundo se sienta a gusto.
  3. Pregunta a tus invitados por sus posibles alergias e intolerancias. Siendo una cena informal seguramente ya las sepas por adelantado, pero si no es así, infórmate y haz que la carta sea perfecta para todo el mundo. Si alguien es intolerante a la lactosa o celíaco, puedes esforzarte en crear un menú apto para ellos pero para todo el mundo. Así, no se sentirán diferentes y tampoco tendrás tantos problemas a la hora de cocinar y de servir por las contaminaciones cruzadas. Si sientes que puede ser complicado para ti realizar algunos platos, encárgalos. Que todo el mundo coma lo mismo hará que la gente se sienta más integrada y contenta y será un éxito en tu celebración.
  4. Trata de que la mayoría de cosas puedan hacerse con antelación y solo haya que calentarlas antes de servirse. Así, podrás disfrutar tú también de la cena y tus invitados no te verán estresado del comedor a la cocina, siempre pendiente de los platos o de cocinar. Además, como el trabajo estará hecho con antelación, estarás más descansado y menos nervioso, ya que tendrás todo bajo control.