La alopecia también es cosa de mujeres

Cuando pensamos en los problemas de alopecia a menudo nos centramos en los problemas que sufren los hombres. Pero las mujeres también sufren alopecia de diferentes tipos. Uno de los más comunes es la alopecia por causas hormonales al llegar a la menopausia.

En esta etapa de la vida de la mujer es frecuente que se pierda algo de cabello, volviéndose un poco más fino y menos denso. Pero en los casos más graves, las mujeres pueden llegar a perder mucho pelo dejando a la vista el cuero cabelludo o incluso presentando entradas similares a las masculinas.

Si para un hombre perder el cabello puede ser traumático, para una mujer suele serlo en mayor medida, ya que afectará mucho más a su imagen social. Por eso, ellas suelen acudir antes a un dermatologo especialista en alopecia en Vigo para saber si hay algo que pueda hacerse por su pelo.

Otro caso frecuente de alopecia femenina son las calvas por estrés. Estas pueden aparecer incluso en adolescentes, que ven como debido a una situación de estrés prolongado les cae el pelo en algunas zonas, causando calvas de diferentes tamaños.  Algunos medicamentos también pueden causar debilidad y caída del cabello o causar las calvas de las que hemos hablado y que pueden llegar a tener varios centímetros de diámetro.

Sea por la causa que sea la pérdida del cabello, la atención temprana es fundamental. El dermatólogo especialista se encargará de descubrir por qué está cayendo el pelo y en qué fase se encuentra la paciente.

En algunos de estos casos es posible revertir la caída y conseguir que vuelva a nacer el pelo porque la raíz no ha muerto y el bulbo continúa intacto. El dermatólogo aconsejará los tratamientos adecuados en cada caso para lograr que el pelo vuelva a salir. Este trabajo puede darse en combinación con otros especialistas, como psicólogos, que traten el problema de origen.

Cuando el problema de caída del cabello es hormonal, es más complicado tratarlo y en ocasiones la pérdida que ya se ha producido no se puede remediar. Pero sí se puede ralentizar o frenar la caída del pelo que todavía se conserva. Combinar estos tratamientos conservadores con otros como los injertos de cabello en las zonas en las que se ha perdido mucho, puede hacer que la mujer recupere su imagen y vuelva a ver su pelo prácticamente como siempre.