Las ferias son un gran escaparate para muchos profesionales, que tienen una oportunidad de abrir sus negocios a nuevos mercados o de darse a conocer ante un público que busca, precisamente, el tipo de productos que están tratando de vender.
Para prepararse para una feria es necesario contar con material suficiente para promocionar los productos. Lo habitual es que se lleve el producto que se quiere vender o, en el caso de empresas que tienen diferentes artículos, al menos aquellos más representativos. Hay que tener en cuenta que el espacio de un stand de feria suele ser muy limitado y lo que se lleva es aquello que más puede impactar o que resulta más novedoso. Eso sí, en los catálogos que también deben de acompañar, pueden figurar todas las ofertas de la empresa.
No debe de olvidarse el Imprimir expositores y banderolas con antelación para poder lucir el puesto con un aire divertido y atractivo y, a la vez, que se vea toda la información que se quiere destacar. Normalmente, los expositores estarán llenos de diferentes folletos ordenados por temáticas. Así, se podrá dar información personalizada a las personas que que acudan al puesto y que se lleven exactamente los folletos que pueden interesarles. Además, quienes visiten el stand podrán coger por su cuenta aquella información que les parezca interesante. Hay que llevar un número suficiente de folletos para que no nos quedemos sin material a mitad de la feria.
Cuando las ferias se dirigen al consumidor final de manera directa es importante contar con regalos promocionales. Muchas personas acuden a los stands a por sus regalos, pero en las bolsas que los contienen también irán folletos e información sobre la empresa para que puedan verla con calma en casa. Los regalos son pues un reclamo para que la gente se acerque y poder darles la información que nos interesa que reciban.
Además de los regalos promocionales típicos es bueno tener regalos un poco más importantes para quienes compran productos o los encargan dependiendo del tamaño del negocio. Se trata de que el cliente salga contento y se sienta satisfecho y bien tratado. No solo sentirá que ha hecho una buena compra, sino que ha elegido a una empresa que lo trata de una manera especial y que le hace sentir como más VIP incluso si el gasto no ha sido elevado.